
La Terapia Acuática se basa en la realización de terapia física en un medio acuático, de tal manera que se utilizan las propiedades mecánicas del agua asociadas a las formas de intervención de la fisioterapia, con el objetivo de mejorar la función, la actividad y la participación de los pacientes. Uno de los principales campos en los que se aplica este tipo de tratamiento es el de la neurorrehabilitación.
Para su aplicación, el profesional puede ayudarse de dispositivos o equipos de asistencia adaptados, ortopédicos, de protección o de apoyo.
Cada vez son más numerosos los estudios científicos llevados a cabo que demuestran la efectividad de la Terapia Acuática como intervención rehabilitadora o preventiva, permitiendo una práctica asistencial basada en la evidencia científica.
¿A quién está dirigida?
Tanto a pacientes adultos como niños y bebés que padecen procesos neurológicos, como un daño cerebral congénito o adquirido: ictus, traumatismo craneoencefálico, esclerosis múltiple, esclerosis lateral amiotrófica, distrofias musculares, lesión medular, Síndrome de Guillain Barrié, Parkinson, Enfermedad de Alzheimer, tumores cerebrales, parálisis cerebral, trastornos del neurodesarrollo, retraso psicomotor, anoxia cerebral, alteraciones tóxico-metabólicas y enfermedades raras, entre otros.
¿Cuáles son sus beneficios?
La Terapia Acuática en piscina mejora la calidad de vida del paciente mediante el trabajo de fuerza muscular, movilidad articular, equilibrio, control postural y capacidad cardiorrespiratoria. El medio acuático ofrece mayor libertad de movimiento, permitiendo realizar ejercicios que serían difíciles en suelo firme.
Entre los beneficios destacan: la flotación, que facilita el movimiento con menor esfuerzo; la viscosidad del agua, que fortalece los músculos; y la presión hidrostática, que reduce el edema y aumenta el flujo sanguíneo. Además, la inmersión en agua tibia reduce la espasticidad, mejora la circulación y alivia el dolor y la rigidez muscular, facilitando una movilización y estiramiento más eficaces.
¿Cuál es nuestra propuesta?
La propuesta terapéutica debe ser individualizada, basada en una valoración interdisciplinar y diseñada con objetivos razonados. Se emplea un modelo de intervención holística e integral. La rehabilitación acuática se adapta a la evolución del paciente, creando un tratamiento personalizado mediante técnicas especializadas, ya sea de forma individual o en grupos.
En conclusión, la terapia acuática es una excelente alternativa complementaria para pacientes con daño cerebral, aprovechando las propiedades físicas del agua como la flotación, presión hidrostática y viscosidad, entre otros beneficios.
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